Muchas veces en la noche, cuando nos juntamos con el P. Johntin para la cena, aprovechamos a conversar sobre lo sucedido en el día. La verdad que mis relatos por ahora no tienen mucha “adrenalina” que digamos… salvo alguna que otra palabra del swahili un poco difícil… o una lección terminada con éxito… en fin, que se me duerme en la mesa el padre. Son mucho más entretenidas sus anécdotas, a quien le he pedido permiso para poner por escrito algunas de tantas, a fin de que no se pierdan y poder compartirlas con todos ustedes…














