Al cumplirse dos años de la fundación del Monasterio «Santa Mariana de Jesús», muchos son los motivos que nos impulsan para escribir, en pocas líneas, el camino que Dios nos ha hecho recorrer y lo que se ha podido construir para gloria suya.
Por lo general siempre recordamos aquello que marca la historia, nuestra historia, y con más razón los lugares y personas que de una u otra forma nos han ayudado a realizar nuestra vocación. Agradecemos con esta crónica a nuestro querido Instituto por las intenciones confiadas a nuestro Monasterio: consolar las penas del Sagrado Corazón, reparar las ofensas que contra Él se realizan y rezar por los gobernantes y la conversión del pueblo ecuatoriano[1].
Estas intenciones están presentes en la historia de la vida contemplativa en Ecuador, que comenzó el 13 de enero de 1577[2] con el Monasterio Real de la Limpia Concepción de Quito.
En ese monasterio, ubicado en la plaza de armas de Quito, la venerable Madre Mariana de Jesús Torres profetizó que estas tierras serían una república libre y que tendría un presidente mártir, con estas palabras: «En el siglo XIX vendrá un presidente de veras cristiano, varón de carácter, a quien Dios Nuestro Señor le dará la palma del martirio en la plaza en cuyo sitio está mi convento: él consagrará la República al Divino Corazón y esta consagración sostendrá la religión católica en los años posteriores que serán aciagos para la Iglesia; en esos años en los que el masonismo se apodere del gobierno civil, vendrá una cruel persecución a todas las comunidades religiosas…»[3]
Un dato interesante, para concluir esta breve introducción, es que, en el funeral de la Venerable Madre Mariana de Jesús Torres (de nacionalidad española), el predicador ensalzó tanto sus virtudes, que entre las jovencitas presentes una dijo: «¡Oh, quién pudiera alcanzar tales maravillas!», a lo que la joven Santa Mariana de Jesús Paredes, la azucena de Quito[4], le contestó: «¡Todo es posible con la gracia de Dios!».[5]
Los preparativos para la fundación del Monasterio Santa Mariana de Jesús…
Fuimos destinadas a la República del Sagrado Corazón cinco religiosas contemplativas: Madre María Custodia de la Eucaristía, María Kalwaria, María del Dulce Huésped, María Virgen de Balbanera y Maria Martyrum. Luego de una larga demora debido al estado de emergencia a causa de la pandemia, se fijó la fecha de fundación para el 19 de marzo de 2021.
El Ecuador es un país tropical, y durante los meses de febrero y marzo las lluvias se intensifican, de manera que los ríos se desbordan y muchas veces las vías terrestres se cierran por los deslaves.
El 17 marzo pesar de las lluvias (a dos días de la inauguración), viajaron las comunidades de las SSVM desde Loja a Guayaquil (una distancia de 7 a 8 horas de viaje), las aspirantes, novicias y estudiantes, así llegamos a ser un total de 80 personas.
Todas juntas nos pusimos a trabajar para arreglar la casa y preparar todo lo necesario para la fundación.
En la Solemnidad de San José…

El día 19 de marzo San José nos bendijo despejando el hermoso cielo y permitiendo que los familiares de las hermanas que venían también desde Loja tuvieran un viaje tranquilo, sin ningún tipo de problemas. Tuvimos la Santa Misa de inauguración en el Santuario de la Divina Misericordia, presidida por Monseñor Juan Bautista Piccioli, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Guayaquil, y concelebrada por sacerdotes diocesanos y de nuestra familia religiosa (IVE); también contamos con la presencia de nuestra Superiora General, la Madre María Corredentora Rodríguez y de la Madre María Sponsa Amabilis Araujo, consejera general.
Después de la homilía rezamos la oración de ingreso al Monasterio.

Terminada la Santa Misa, nos dirigimos desde el Santuario al Monasterio, que dista a unos veinte minutos en vehículo. Monseñor Piccioli hizo la bendición del monasterio, y luego tuvimos un almuerzo festivo con su respectivo fogón.
Los festejos no terminaron allí, pues a las 17 hs. esperábamos la visita de los familiares de las aspirantes, novicias, estudiantes y misioneras guayaquileñas, que fueron invitados para un compartir, y llegaron tantos que parecía una pequeña jornada de las familias.
Para culminar, tuvimos Adoración y vísperas, y allí la Hna. Maria Iesu christi, que cumplía veinticinco años de votos, renovó su entrega a Jesús.


Luego de la cena se hizo un divague que fue titulado Después de todo lo que costó esta fundación. En fin, aún resuenan en nosotras las palabras dichas por Monseñor ese día acerca de lo que tiene que ser un Monasterio: «Haec est Porta Coeli» (Esta es la Puerta del Cielo).

“Qué incomparables encuentro tus designios Señor, qué inmenso es su conjunto, si los doy por terminados aún me quedas Tú…” (Salmo 138, 17)
Últimamente hemos habilitado una parte del monasterio como casa de retiro, allí se dictan ejercicios espirituales y se realizan campamentos para niños y jóvenes. Tenemos aún numerosos proyectos para ampliar, mejorar y modificar las estructuras de nuestro Monasterio.
En estos dos años, como es costumbre entre las religiosas contemplativas en el mes de diciembre, hemos vestido al Niño Jesús según dos intenciones especiales:
- Para la navidad del 2021, por el Bicentenario del nacimiento del gran presidente Gabriel García Moreno, nacido el 24 de diciembre de 1821 en la ciudad de Guayaquil, decidimos vestir al niño Jesús como “Presidente Mártir”.

- El 2 de febrero del 2022, Monseñor Iván Minda tomó posesión de la Nueva Diócesis de Santa Elena, sufragánea de la Arquidiócesis de Guayaquil. Por ello decidimos vestir al niño Jesús como pescador de corazones, para rezar por las vocaciones de nuestra naciente Diócesis.

A la Virgen María, le pedimos que nos dé un corazón semejante al suyo, para consolar las penas del Sagrado Corazón, reparar las ofensas que contra Él se cometen y rezar por los gobernantes y la conversión del pueblo ecuatoriano.
En Cristo y María desde la República del Sagrado Corazón,
hermanas del Monasterio «Santa Mariana de Jesús».
[1] Revista Servidoras Contemplativas, 30 años, pág. 98
[2] P. Manuel SOUSA PEREIRA, Vida de la venerable Madre Mariana de Jesús Torres y Berriochoa, Fundación Jesús de la Misericordia, 2008
[3] Luis E. CADENA Y ALMEIDA, Mensaje profético de la Sierva de Dios Sor Mariana de Jesús Torres y Berriochoa, Quito, Fundación Jesús de la Misericordia, 1985.
[4] Santa Mariana de Jesús Paredes fue beatificada el 20 de noviembre de 1853 por el papa Pío IX, y posteriormente canonizada el 4 de junio de 1950 por Pío XII, es la primera santa ecuatoriana.
[5] José Julio MATOVELLE, Documentos para la historia de la Beata Mariana de Jesús, Azucena de Quito, Quito, Imp. del Clero, 1902.





