Por: P. Diego Cano, IVE
Ushetu, Tanzania, 24 de mayo de 2021
Finalmente llegó el día esperado de armar y entronizar la imagen del Santo Padre Brochero. Les he contado a ustedes cómo fue el viaje desde Argentina hasta Tanzania, portando la imagen en mis valijas. Muchos de los que vieron las fotos y videos que publiqué de la fiesta me han pedido que les cuente cómo es que ha llegado Brochero a Tanzania. Aquí van entonces estas líneas, para que también queden como parte de la historia de nuestra misión.
La historia de Brochero en Tanzania comienza en 2016, cuando me propuse buscarle patronos a todas nuestras capillas. En aquél entonces contábamos con una sola gran parroquia, con un total de 53 aldeas, que no todas tenían capilla, y de las que tenían, no todas tenían santos patronos. Otras tenían los patronos “repetidos”, sobre todo porque la gente de aquí no tiene tanta cultura cristiana, y entonces suelen elegir los pocos santos de los que tienen conocimiento. Sin estar en contra de que los grandes santos estén protegiendo varias aldeas… me figuraba que era mejor para la evangelización, hacerles ver la riqueza de santos que tenemos, y así aumentar también su cultura cristiana.
Comencé por elegir a muchos santos patronos de nuestro Instituto, y sobre todo por la devoción de mi familia, estaba ansioso de poder tener una capilla con el nombre de “Santo Padre Brochero”. Elegí la aldea de Bughela, una aldea que siempre fue un dolor de cabeza, pues la mayoría de los habitantes de esa zona son paganos, y reina una gran “indolencia y frialdad” en los pocos católicos del lugar. Creo que ha sido el mismo Cura santo el que ha querido esta capilla para seguir en el cielo con el mismo trabajo que realizó en la tierra, despertando a los cristianos adormecidos. En una de mis visitas a la aldea llevé la estampa grande que me regalaran en el Museo de la casa de Brochero. El día de la canonización del santo el 16 de octubre de 2016, pensamos que tal vez sería la primer capilla dedicada a Brochero en el continente africano. Si no es así, el que conozca, me corregirá.
Cuando viajé a mis vacaciones en 2017, como ya es costumbre en mi familia, fuimos con mi mamá y mis hermanos a peregrinar hasta Villa Cura Brochero, a rezar, agradecer y pedir. Allí una tía me donó una imagen del santo, de 50 cm de alto, y la traje en mi regreso de las vacaciones. Aprovechando una misión popular en la aldea de Ilomelo, cercana a Bughela, llevamos la imagen, realizamos una procesión, se la bendijo y entronizó en la pequeña capilla de adobe. Al contar este episodio en una de mis crónicas, tuvo una una gran difusión entre muchísimos devotos de Brochero, sobre todo en Argentina. Comenzaron varios a escribir, y surgieron algunos reportajes radiales. Los “Amigos de Brochero”, sobre todo impulsados por algunos más devotos, se propusieron regalarme una imagen grande del santo para que me pueda traer a la misión.Esa idea se concretó en mi ultimo viaje a Argentina, en los primeros meses de 2021. Allí se pusieron en campaña para que el artista Julio Incardona, de Alta Gracia, provincia de Córdoba, termine una imagen en tiempo récord, para que podamos hacer bendecir antes de traerla. La imagen es más grande que el tamaño natural, y es desarmable, precisamente para que pudiera entrar en la valija. Está elaborada de fibra y la estructura es de caños de pvc. En una valija de tamaño normal no entraba todo, por las dimensiones de algunas de sus partes, y por el peso, que superaba los 23 kg. Por eso la repartí en dos valijas, rellenando los espacios con ropa, elementos de apostolado, rosarios y estampas, etc. Tuve que comprar una valija, y pedir otra a mi mamá, pues no era fácil la empresa de meter la escultura allí. Finalmente lo logramos.
La imagen fue bendecida por Mons. Ricardo Araya, obispo de Cruz del Eje, el domingo de Ramos, el 28 de marzo de 2021, en el “Salón del Peregrino” de Villa Cura Brochero. El santuario era pequeño para cumplir con los protocolos pedidos por el gobierno para la situación actual. Allí tuvimos el primer encuentro con el artista y con la imagen. El obispo bendijo la imagen, y aproveché a pedirle una reliquia de primer grado, que generosamente me otorgó y fui a recoger en Villa Dolores pocos días después. Es decir, que no sólo traje la imagen de Brochero, sino también un poco del mismo santo, un pedacito de hueso.Del viaje entero no vuelvo a contar, pues ya lo relaté en una crónica anterior. Al llegar a la misión en Ushetu, el 17 de abril pasado, me quedaba proponer una fecha importante para poder invitar gente a participar del evento. Y por otra parte, debía tener tiempo para elaborar una nueva base para la imagen, pues la original hecha por Julio Incardona debió quedarse en Argentina debido al tamaño y al peso.
Entre los diversos apostolados que tuve que realizar una vez llegado, me quedaban pocos días para el trabajo de la base de madera. Propusimos una fecha muy especial para nosotros: el 8 de Mayo, fiesta de la Virgen de Luján, Patrona de nuestra Familia Religiosa. Ese día tendríamos reunión y fiesta con todos los laicos, entronización, veneración de la reliquia y procesión con las imágenes de nuestra Madre de Luján y del Santo Cura Brochero. El P. Pablo Folz realizó una pieza de metal, soldando un plato de una motocicleta y un pedazo de amortiguador, que sirvieron para el soporte que se atornillaría a la madera y donde se calzaría la estructura de la imagen.
Entre los diversos apostolados que tuve que realizar una vez llegado, me quedaban pocos días para el trabajo de la base de madera. Propusimos una fecha muy especial para nosotros: el 8 de Mayo, fiesta de la Virgen de Luján, Patrona de nuestra Familia Religiosa. Ese día tendríamos reunión y fiesta con todos los laicos, entronización, veneración de la reliquia y procesión con las imágenes de nuestra Madre de Luján y del Santo Cura Brochero. El P. Pablo Folz realizó una pieza de metal, soldando un plato de una motocicleta y un pedazo de amortiguador, que sirvieron para el soporte que se atornillaría a la madera y donde se calzaría la estructura de la imagen.Como les decía al inicio de la crónica “llegó el día esperado de armar y entronizar la imagen del Santo Padre Brochero”. Me dirigí con todas las partes de la imagen a nuestra casa de formación, el noviciado “San Francisco Javier”, y con algunos jóvenes y el P. Pablo, la ensamblamos. A medida que lo hacíamos, se iba revelando ante nuestro ojos la figura del santo. Yo ya la había visto en Villa Cura Brochero, pero aquí en Tanzania era la primera vez, y se veía el rostro de alegría en los que estaban presentes, en nuestros jóvenes, sobre todo al ver el realismo del rostro y de las manos, y el verlo vestido con la sotana negra que también nos identifica a nosotros, religiosos del Verbo Encarnado. Lo colocamos dentro de la iglesia del noviciado, en el lugar que ocuparía al día siguiente en la santa misa.

El 8 de mayo fue el gran día, sobre todo por la alegría de celebrar a la Virgen de Luján, después de haber hecho la novena en su honor. La iglesia estaba repleta de gente, y somo siempre, la ceremonia muy solemne. Nuestro laicos de la Tercera Orden se alegran mucho de participar en las misas con el “toque o carisma” de nuestra espiritualidad. Se reza mucho, se respetan los momentos de silencio, se canta con fuerza y con solemnidad. La alegría se ve en los rostros de todos. En el sermón, luego de hablar de la devoción a la Virgen María, hice una semblanza de nuestro santo, para que la gente comience a conocerlo, y a amarlo. Quedaron muy impactados con su espíritu apostólico, y su amor a los pobres y enfermos. La imagen muestra en su mano izquierda una llaga de la lepra, y esto les admiró mucho. También tiene la Biblia ante el pecho, como solía hacer en los últimos años de su vida, cuando le leían los evangelios y se lo dejaban en el pecho, pero también significando que llevaba la Palabra de Dios en el corazón. La mano derecha empuña una cruz hacia adelante, como en algunas ocasiones sucedió en su vida, cuando encaraba a algún pecador empedernido mostrándole al Crucificado, para lograr ablandar el corazón. También para mostrarlo como un santo misionero, y por eso mismo tiene un pie hacia adelante, como en movimiento, caminando.
Luego de la misa hicimos la veneración de la reliquia, y para ello también les hice una breve catequesis, pues no están acostumbrados a ver reliquias de santos. Rezamos una oración al santo Cura, traducida al swahili, y que generosamente nos regaló una señora de San Juan, Argentina, junto con las estampas del santo. Mientras se sucedían cantos pasaron todos a tomar gracia de su reliquia. Al salir de la iglesia nos formamos para la procesión, con la imagen de la Virgen de Luján presidiendo, portada por las mujeres, y la imagen de Brochero más atrás, portada por los hombres. Era emocionante ver esta procesión, entre los bosques nativos que tenemos, y ver “caminando y misionando a Brochero”, verlo entre los rostros morenos de nuestros feligreses. Cantamos y rezamos el santo rosario, y al terminar el recorrido, delante de la iglesia, festejamos a la Virgen y a nuestro santo, como se lo merecen. Entre cantos y bailes se hizo una ronda alrededor de las imágenes, y la gente expresó su profunda alegría al mejor estilo tanzanés.
Durante los distintos números que se ofrecieron después de la comida, también se honró en primer lugar a la Virgen, y junto a ella al Padre Brochero. Cantaron y bailaron delante de sus imágenes. Nuestros laicos se sacaban fotos con la imagen, y varios de ellos, cuando les preguntábamos qué significaba para ellos la llegada de esa imagen, nos decían que era un modelo a imitar, sobre todo por el amor a las almas, a los pobres y enfermos, y su corazón de apóstol.Nosotros esperamos que esto sea otra forma de evangelizar, por medio de la imagen, de proponer a nuestros religiosos en formación la figura sacerdotal y misionera de un gran santo. También le pedimos de manera especial a San José Gabriel la gracia de poder comenzar este mismo año con algunas tandas de Ejercicios Espirituales para laicos, y que sean el inicio de miles de tandas, y que también sean miles y miles los que puedan realizar estos Santos Ejercicios… para bien de las almas, para lograr la verdadera conversión, y la transformación de las costumbres de estos lados.
Recuerdo ahora la anécdota de la bendición de la piedra fundamental de la Casa de Ejercicios, realizada por Brochero, quien levantando en alto la piedra la arrojó dentro del pozo con estrépito diciendo fuerte las palabras: “¡Te fregaste, diablo!”. Para nosotros, la imagen de Brochero y su reliquia, son la verdadera piedra fundamental de lo que serán nuestras tandas de Ejercicios Espirituales Ignacianos en estas tierras. Por eso repetimos con fuerza en nuestra alma: “¡Te fregaste, diablo!”
¡Firmes en la brecha!
¡Viva la Virgen de Luján, y viva Brochero en Tanzania!
P. Diego Cano, IVE





