Querida Familia Religiosa

Por gracia de Dios hemos podido realizar este año por séptima vez, aquí en nuestra misión en Suriname, los campamentos para niños: del 25 al 28 de agosto tuvo lugar el campamento de niñas en el que participaron 36 niñas y del 2 al 5 de septiembre el de niños, en el que participaron 42 niños. Este año los campamentos se realizaron en Vier Kinderen, a una hora fuera de la ciudad, en el terreno de una escuela católica que desde hace dos años permanece cerrada y cuya presencia católica ahora es mínima. La gente de la plantación estaba muy contenta de ver de nuevo actividades en la Iglesia, ya que a lado de la escuela está la Capilla.

El tema del campamento fue “Mi Inmaculado Corazón triunfará”, elegido por ser este año la conmemoración de los 100 años de las apariciones de Nuestra Señora de Fátima, nombre también de la parroquia en la que nosotras ayudamos. Los temas fueron en relación a María, ¿quién es María? ¿Que nos pide María?  “Haced lo que Él os diga”, dentro de este tema se explicaron los 10 mandamientos y la vida de gracia. Otro de los temas que pudimos dar fue la confesión, el Rosario, y la misión de la Virgen como puente para llegar a Jesús.

Con mucho entusiasmo y creatividad participaron los niños en las diferentes actividades, como trabajos de grupo, el deporte y la famosa noche de los talentos, para la cual se prepararon con ahínco, con divagues, coreografías, música, danzas, etc.

Este año tuvimos la ayuda de 3 hermanas del estudiantado de Estados Unidos, una de ellas surinamesa, y de un postulante surinamés. Ellos, que manejan los dialectos y conocen bien la cultura, le ponían un toque familiar ya que para algunos de los niños, el holandés es difícil y no lo hablan con fluidez.

Nos acompañó el Padre Francisco, sacerdote nuevo en la misión de la congregación de los lazaristas, fundados por san Vicente de Paul. Él celebró la Santa Misa todos los días y escuchó las confesiones de los niños.  También nos acompañaron las hermanas de la congregación de las Franciscanas de la Caridad, que llegaron a la misión hace unos nueve meses.

Damos gracias a Dios por este gran apostolado, donde participaron tanto niños de la ciudad como del interior del país. Algunos de los niños se acercaban a preguntar más sobre la Virgen, cómo rezar el Rosario, e incluso en su tiempo libre veíamos a algunos rezándolo, pidiendo por la conversión de los pecadores y por la paz en el mundo, tal como la Virgen pidió a los Pastorcitos en Fátima.

Que Dios bendiga a estos niños y Nuestra Madre Santísima los cubra con su manto.

Nos encomendamos a sus oraciones.
En Cristo y María,

Hna. Regina (Misionera en Suriname)