“Gij weet het, uw lichaam is een tempel van de Heilige Geest, die in u woont, die gij van God hebt ontvangen. Gij zijt niet van uzelf. Gij
zijt gekocht en de prijs is betaald.
Eert dan God met uw lichaam.”
(1 Kor 6: 19-20)

“¿O no sabéis que vuestro cuerpo es santuario del Espíritu Santo,

que está en vosotros y habéis recibido de Dios, y que no os pertenecéis?

¡Habéis sido bien comprados! Glorificad, por tanto, a Dios en vuestro cuerpo”.

(1 Cor 6, 19-20)

Querida Familia Religiosa:

Con gran alegría  queremos compartir con ustedes uno de los apostolados anuales que, con la gracia de Dios, hemos podido realizar durante el tiempo de vacaciones en Suriname.

Del 24 al 27 de agosto tuvo lugar el campamento de niñas y del 30 de agosto al 3 de septiembre el de varones, niños entre los 8 y 12 años.

Fueron realizados en Groningen, Saramaca, a una hora fuera de la cuidad.

El tema que elegimos este año fue “Yo soy un templo de Dios”, que si bien es un tema muy amplio de tratar, especialmente nos enfocamos en el don de la gracia, y concretamente en explicaciones sobre el 6° mandamiento, el ejemplo de María y los santos como modelos de pureza, así como también del uso y peligros del internet.

Hubo un gran clima de alegría y festividad, música y, por supuesto, baile. Los niños participaron con gran entusiasmo de los deportes y demás actividades. Merece destacar las presentaciones de los niños de danzas, cantos y pequeños divagues con moralejas, que tuvieron lugar la noche de los talentos, la última noche.

Este año nos pudieron acompañar 3 hermanas del Estudiantado de nuestra Provincia Inmaculada Concepción. Para el campamento de niños también nos acompañó la hermana Castísima, misionera en Luxemburgo. Las hermanas, con mucha disposición y generosidad, nos ayudaron tanto en la preparación de los campamentos como durante los mismos. Aunque el idioma es una dificultad, se supieron hacer entender y a la vez enseñarles a los niños un poco de inglés, o ayudarles a practicarlo.

Durante el campamento pudimos tener la Santa Misa diaria y las confesiones gracias a la ayuda de un sacerdote Redentorista, quien llegó a esta misión hace un mes. El celebró la Santa Misa en inglés, que aunque no es la lengua de este país, todos pueden entender.

Una vez más pudimos palpar cómo Dios provee todo, sólo hay que confiar.

Damos gracias a Dios por todo el bien que se pudo hacer a estas almas, que tan alegremente nos agradecían. Damos gracias por nuestra Familia Religiosa, por el don de la misión y a todos cuantos hicieron posible la buena marcha de estos campamentos.

Nos encomendamos a sus oraciones.

En Cristo y Maria,
Hna. Regina
Misionera en tierras caribeñas (Suriname)